El artista que baila con la pintura

Silvère Jarrosson, nacido en 1993 en París, hace dialogar la danza y la pintura en un lenguaje donde el movimiento se convierte en materia. Antiguo alumno de la escuela de danza de la Ópera Nacional de París, abandona el escenario en 2013 para dedicarse a la pintura, transponiendo la energía del gesto coreográfico a composiciones vibrantes, entre la abstracción y la evocación orgánica. 

Utiliza el dripping, una técnica en la que la pintura se deja fluir libremente sobre el lienzo antes de ser guiada por los movimientos del artista. Este enfoque, cercano al action painting, sitúa el cuerpo en el centro del proceso creativo. Su práctica requiere control, paciencia y precisión, cualidades que reflejan su pasado como bailarín. 

Ganador de la Fundación Claude Monet en 2018, afirma su estilo en una exposición en Riga, antes de continuar su exploración entre la Villa Médicis y la colección Lambert. Sus obras, impregnadas del ritmo y del instinto del cuerpo en movimiento, forman parte de las colecciones del Mobilier National y de Société Générale. 

En 2021, ocupa la capilla Saint-Louis de la Salpêtrière antes de concebir la escenografía del programa Bailar Schubert en el siglo XXI para la Ópera Nacional del Rin. Su diálogo en galería con Olivier Debré subraya una filiación con la abstracción gestual, teñida de un enfoque científico del movimiento. En 2023, el Museo Unterlinden le dedica una exposición donde pintura y danza se funden en una misma respiración. 

Lo que nos une

En Davidson, somos sensibles al movimiento y al equilibrio entre el ser humano y su entorno. La pintura de Silvère Jarrosson nos conmueve por su forma de captar la energía del gesto y la espontaneidad de lo vivo. 

Su enfoque resuena con nuestra forma de trabajar: adaptarse, encontrar el equilibrio justo y navegar entre el control y la libertad. Al igual que en su trabajo con el movimiento y la materia, buscamos avanzar con flexibilidad sin perder nuestros compromisos. 

Los paseos por el bosque, el movimiento de la naturaleza, la fuerza de lo vivo: tantos elementos que nos hablan y que están presentes en su obra. Sus caminatas en la montaña, donde se impregna de la fuerza de la naturaleza y la materia, reflejan su visión del arte, donde cada elemento encuentra su lugar en un diálogo orgánico. 

Por último, el aspecto orgánico de sus lienzos, que evoca lo vivo y los elementos naturales, refleja también su mirada de biólogo. A través de sus obras, teje un vínculo entre la materia, el cuerpo y la naturaleza, un enfoque que se alinea con nuestra visión en Davidson. 

¿Dónde encontrar sus otras obras?